El Puerto de Barcelona consolida su recuperación con más automóviles, más contenedores y un repunte sólido de los graneles líquidos

Un balance estable en un año de ajustes globales

El Puerto de Barcelona ha cerrado los diez primeros meses del año con 58,7 millones de toneladas movidas, una cifra que supone apenas un 0,5% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. El resultado mantiene la actividad del recinto en niveles prácticamente idénticos a los de 2024 y confirma la resiliencia del sistema portuario barcelonés, incluso en un contexto marcado por reajustes en las rutas marítimas de las principales navieras.

Según los datos de la Autoridad Portuaria, este comportamiento equilibrado se explica por el empuje de varios segmentos clave, como la importación de vehículos, los contenedores llenos y el crecimiento sostenido de los graneles líquidos, que han logrado compensar las caídas de otras áreas, especialmente los graneles sólidos.

port de barcelona

El tráfico de automóviles vuelve a acelerar

Entre enero y octubre, el puerto ha registrado un aumento del 4,6% en el movimiento de vehículos, alcanzando 593.205 unidades. Este incremento consolida la tendencia positiva iniciada en septiembre y muestra un cambio de ritmo en un sector que ha recuperado dinamismo gracias a varios factores.

El más determinante ha sido el crecimiento del 35,6% en las importaciones, que ha permitido movilizar 152.025 vehículos. La llegada de nuevos buques car carrier, que amplían notablemente la capacidad de los servicios, ha sido clave para absorber esta mayor demanda. A este escenario se suma una reactivación del mercado europeo y un flujo creciente de vehículos procedentes de China, que ha reforzado la oferta disponible en el continente.

Contenedores llenos al alza pese al descenso del volumen total

Los contenedores llenos, tanto de importación como de exportación, muestran un comportamiento claramente positivo:

  • Exportación: +4,6% anual

  • Importación: +5,5% anual

Ambas cifras reflejan el estado de la economía del hinterland, que mantiene una actividad sólida y con capacidad de crecimiento. Sin embargo, el tráfico total de contenedores se ha reducido un 4,4%, situándose en 3.150.888 TEU. El descenso se debe al retroceso de los tránsitos, afectados por los reajustes de rutas de las grandes navieras, una tendencia global que ha modificado patrones de escala en varios puertos del Mediterráneo.

A pesar de ello, los principales mercados del recinto catalán continúan mostrando una evolución positiva. Destacan los incrementos con:

  • China: +4,9%

  • India: +14,8%

  • Corea del Sur: +11,4%

  • Arabia Saudí: +4,8%

Estos datos confirman la fortaleza del comercio exterior y el papel del Puerto de Barcelona como plataforma logística de referencia en el sur de Europa.

Los graneles líquidos marcan la diferencia

Si hay un segmento que impulsa el balance acumulado, ese es el de los graneles líquidos, que han crecido un 17,5% hasta alcanzar 13,7 millones de toneladas. Dentro de esta categoría, el comportamiento de los hidrocarburos resulta especialmente llamativo:

  • Gasolina: +46,6%

  • Gas natural: +52,2%

Este impulso compensa el retroceso de los graneles sólidos, que caen un 15,6% hasta los 3,2 millones de toneladas. La disminución responde a dinámicas globales del sector industrial y a la menor demanda de determinadas materias primas.

El tráfico marítimo de corta distancia mantiene su ritmo

Otro indicador que aporta estabilidad es el tráfico marítimo de corta distancia. Entre enero y octubre, el recinto catalán ha movido 367.565 UTI, lo que representa un ligero aumento del 0,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Este crecimiento, aunque moderado, confirma que la intermodalidad sigue siendo un pilar de competitividad para el puerto.

Un puerto que se adapta y mantiene el pulso competitivo

El balance de estos diez primeros meses muestra un Puerto de Barcelona capaz de resistir cambios estructurales en el comercio internacional sin perder actividad. El crecimiento de los automóviles, el buen comportamiento de los contenedores llenos, el empuje de los graneles líquidos y la estabilidad del tráfico de corta distancia permiten hablar de un año equilibrado, incluso con el descenso global del 0,5%.

El puerto mantiene así su posición como uno de los motores logísticos más relevantes del Mediterráneo, capaz de adaptarse a los vaivenes del mercado global y de sostener la actividad económica del país con una base sólida y diversificada.