Cataluña dibuja el tren del futuro con una estrategia que transformará la movilidad hasta 2050

Un plan que cambia las reglas del juego

El Govern acaba de aprobar la Estratègia Ferroviària de Catalunya 2025-2050, un documento largamente esperado que define cómo deberá evolucionar el sistema ferroviario catalán durante los próximos 25 años. Se trata de una hoja de ruta ambiciosa que propone duplicar la capacidad de la red, crear nuevas estaciones de alta velocidad, impulsar dos grandes ejes ferroviarios históricos y poner en marcha una empresa pública de trenes capaz de gestionar y adquirir material rodante propio.

La estrategia llega en un momento clave. El sistema ferroviario catalán, especialmente el de Rodalies, necesita estabilidad, inversión y visión a largo plazo. Así lo remarcó la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, que insistió en la importancia de “levantar la mirada” para planificar el transporte ferroviario de las próximas décadas.

trenes catalunya 2050

Un diagnóstico claro: más población, más movilidad, más tren

El documento parte de un punto de partida contundente: Cataluña crecerá en población y desplazamientos, y la actual red —con 2.050 kilómetros en servicio— no podrá absorber esa demanda sin una transformación profunda. Para mantener el tren como alternativa real al vehículo privado, el sistema debe duplicar su capacidad y extender su cobertura territorial de forma equilibrada.

Por eso la estrategia no se limita a Rodalies o a la alta velocidad. Abarca toda la red ferroviaria del país: metro, FGC, tranvías, Regionals, nuevos proyectos de tren-tram y, por supuesto, las conexiones de largo recorrido.

Una inversión histórica que deberá repetirse

Desde el año 2000, la inversión ferroviaria en Cataluña supera los 30.000 millones de euros, aportados casi a partes iguales por la Generalitat y el Estado. Buena parte de esos fondos se destinaron a la red de alta velocidad, especialmente entre 2005 y 2010, un periodo marcado por grandes inyecciones económicas.

La estrategia no concreta aún la cifra necesaria hasta 2050, pero apunta que el volumen debería ser similar a esos 30.000 millones para afrontar todos los proyectos planteados. La escala del plan no es menor; exige décadas de trabajo sostenido y consensos amplios para evitar interrupciones.

Alta velocidad para nuevos territorios

Una de las novedades más destacadas es la creación de tres nuevas estaciones de alta velocidad:

  • Aeropuerto de Girona-Costa Brava, conectada también con la futura estación del Eix Transversal.

  • Aeropuerto de Reus, nodo clave del corredor mediterráneo.

  • Penedès, situada entre Vilafranca y Sant Sadurní d’Anoia, que actuaría como puerta de enlace hacia el Alt Penedès y el área metropolitana.

Estas estaciones se sumarán a las actuales de Barcelona, Figueres, Girona, Lleida y Camp de Tarragona, ampliando un mapa que muchos consideran insuficiente para un territorio tan densamente poblado.

El Govern sitúa las estaciones de Girona y Reus en el calendario de DORA III (2027-2031), con lo que podrían estar operativas en 2030. La del Penedès, de momento, sigue sin fecha definida.

Los grandes proyectos que vuelven al debate

El plan también resucita dos infraestructuras históricas que llevan años sobre la mesa:

  • Eix Transversal Ferroviari, que conectará Lleida, Manresa, Vic y Girona, ofreciendo un corredor transversal sin pasar por Barcelona.

  • Línia Orbital Ferroviària, un anillo de Rodalies que enlazará Vilanova, Vilafranca, Terrassa, Sabadell, Granollers y Mataró.

Ambos proyectos buscan romper con el actual esquema radial, donde casi toda la red gravita alrededor de Barcelona. La idea es replicar la lógica de las coronas viarias pero sobre raíles, creando alternativas robustas para los desplazamientos entre comarcas.

Antes de que acabe el año, la Generalitat licitará el estudio de alternativas del primer tramo del Eix Transversal, entre Lleida, Cervera, Igualada y Martorell.

Hacia una nueva empresa pública de trenes

Uno de los puntos más ambiciosos del plan es la creación de un ente público ferroviario dependiente de la Generalitat. Este organismo será responsable de adquirir, gestionar y mantener los trenes, dando un paso adelante en el proceso de asunción de competencias tras el traspaso de Rodalies.

El documento justifica esta decisión en la necesidad de independencia operativa y fiabilidad, en un contexto donde gran parte del parque móvil debe renovarse en los próximos diez años.

Un sistema que debe coordinar planificación, servicios e infraestructuras
La Estratègia Ferroviària es solo el primer paso. A partir de ahora, se desplegarán dos instrumentos clave:

  • Pla de Serveis Ferroviaris de Catalunya, que definirá cómo aumentar la oferta, mejorar la puntualidad y reforzar la seguridad.

  • Pla d’Infraestructures de Transport, encargado de señalar qué actuaciones son necesarias para cumplir esos objetivos.

La combinación de estos tres documentos permitirá construir un modelo estable y previsible, capaz de evitar improvisaciones y de sostener la movilidad futura.

Una mirada larga para un reto enorme

Cataluña afronta un desafío de gran escala: modernizar un sistema ferroviario que debe ser más rápido, más fiable, más extenso y más sostenible. Para lograrlo, necesita inversiones de décadas, consenso político y una visión territorial que supere la lógica del corto plazo.

La nueva estrategia apunta exactamente hacia ahí. Plantea mejoras estructurales, descentraliza la alta velocidad, incorpora tecnología, crea nuevos ejes y propone un modelo de gobernanza que permita avanzar con más autonomía. Si se cumple lo previsto, el mapa ferroviario catalán será irreconocible en 2050.