El puerto de Tarragona aspira a multiplicar por seis su tráfico ferroviario en La Boella

Para finales de 2023 y con una inversión estimada en 20 millones de euros en infraestructura, el puerto de Tarragona y la empresa Combi Terminal Catalonia (CTC) firmaron un memorándum de entendimiento con el objetivo de que la joint venture CTC inicie en ese año la operación de la terminal intermodal.

El puerto de Tarragona aspira a multiplicar por seis su tráfico ferroviario en La Boella

La joint venture, cuyo socio mayoritario es BASF, busca operar a diario ocho trenes de carga y ocho de descarga, con un movimiento de aproximadamente 500 contenedores al día para todo tipo de mercancía (sólidos, líquidos, paletizada o semirremolques).

En cuanto a los destinos, se prevé que sean la terminal de BASF en Ludwigshafen (Alemania) y Amberes (Bélgica), al igual que otras terminales en Europa particularmente Italia, área de Países Bajos y Reino Unido. Bajo este escenario, los otros trenes circularán en área ibérica con el fin de lograr conexión con Madrid, Lisboa (Portugal) y la zona sur de Sevilla y Algeciras.

De esta forma y luego de unos 18 meses de construcción, se estima que a finales de 2023 las nuevas obras en La Boella ya entrarían en operación.

Un acuerdo que fortalece la capacidad de incrementar volúmenes

Según las estadísticas, en un año con tráfico normal como sucedió hasta 2019, en La Boella se canalizaron alrededor de 20.000 vagones. Sin embargo, la CTC busca llegar a la operación de unos 120.000.

Se espera que la puesta en marcha de La Boella coincida con el inicio de la circulación en el Corredor Mediterráneo.

Por su parte, Josep Maria Cruset presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, destacó la ubicación privilegiada de la terminal entre el corredor de Henares y el Mediterráneo. También llamó la atención acerca de la saturación del área Metropolitana de Barcelona que, junto a los incrementos en el precio del suelo, han aumentado el atractivo del terminal intermodal.

Con respecto a la estrategia del lado tierra, el objetivo es captar mercancías de compañías en un radio de 150 kilómetros para transporte multiproducto y multicliente. A esto se podrán añadir:

  • El tráfico continental identificado por la CTC.
  • Los tráficos futuros de la Zona de Actividades Logísticas de Tarragona, cuyas operaciones se esperan inicien en 2021.
  • El tráfico con origen o destino hacia la Terminal Intermodal de Guadalajara (obras que empezarán a finales de abril o inicios de mayo).

Del lado mar también se ha previsto añadir tráficos de contenedores de la terminal de DP World o de la nueva línea Ro-Ro inaugurada recientemente con Turquía.

Se fortalece la intermodalidad en Tarragona

Por su parte, la terminal localizada en el interior del puerto está compuesta por cuatro vías de ancho mixto que pueden acoger trenes de 750 metros, así como tres vías adicionales de apoyo. Otra ventaja es que en caso de necesidad es posible desdoblar su capacidad en la zona norte para incrementar su escalabilidad.

En cuanto a las repercusiones medioambientales, será posible la reducción de la huella de carbono, ya que cada tren emitirá alrededor de 45 gramos de CO2 por tonelada y kilómetro, frente a los 80 gramos que emite un camión.