¿Quién es responsable de la seguridad de la carga en camiones?

Todos somos conscientes de la importancia de que la carga en camiones esté perfectamente asegurada. Pero esto no siempre ocurre y es vital que conozcas sus consecuencias…

¿De quién es la responsabilidad de la carga en camiones? ¿del agente de transporte, del transportista o del cargador?

¿En qué consiste exactamente la seguridad de la carga?
Se trata ante todo de que las mercancías permanezcan en el vehículo, que nadie se lesione y que las mercancías no resulten dañadas.

Seguridad en la carga de camiones, ¿quién es respoponsable?

La ley es la que nos puede ofrecer la respuesta exacta y con respecto a este tema y el artículo 20 de la Ley 15/2009 del contrato de transporte de mercancías “las operaciones de carga de las mercancías de a bordo de los vehículos, así como su descarga, serán por cuenta, respectivamente, del cargador y del destinatario, salvo que expresamente se asuman estas operaciones por el porteador antes de la efectiva presentación del vehículo para su carga o descarga. Igual régimen será de aplicación respecto de la estiba y desestiba de las mercancías“.

Teniendo en cuenta la legislación vigente a este respecto, queda claro que la empresa cargadora es la responsable de preparar las mercancías en envases y embalajes adecuados al modo de transporte y al vehículo que se vayan a utilizar. Asimismo, tiene la responsabilidad de estibar y sujetar adecuadamente la carga, salvo que dichas operaciones hayan sido expresamente contratadas a un operador logístico.

La seguridad en el transporte es de vital importancia. Y debemos tener en cuenta que ante cualquier incidencia, fallo o mala colocación de la carga de un camión, el transportista podrá avisar y hacer constar por escrito al cargador que algo no se ha contemplado en el proceso de la estiba.

Y aunque la relevancia de este aspecto es vital, lo cierto es que son muchas las empresas cargadoras y muchos los clientes que desconocen la ley y, por tanto, también desconocen sus responsabilidades.
Claro que el desconocimiento y la falta de datos no se aplica a todos los casos y son muchos otros los que tienen en cuenta los detalles y la práctica es llevada a cabo con precisión y conciencia para minimizar al máximo los riesgos. Un buen ejemplo de ello es la industria química, que inevitablemente se muestra muy rigurosa en estos aspectos.