Cómo puede impactar la impresión 3D en el transporte de bienes

Los flujos comerciales a nivel mundial y las decisiones de las empresas en toda la cadena de suministro están cambiando gracias a la revolucionara impresión 3D. Por supuesto el sector logístico no será ajeno a esta innovación en un futuro muy cercano.

La impresión 3D tendrá tanta repercusión y alcance que podrá cambiar todo el proceso de creación, diseño y envío de un producto lo que implica toma de decisiones empresariales. Su uso está cambiando procesos de fabricación de bienes en la cadena logística y de paso permitirá a las empresas ofrecer productos personalizados más elaborados.

Según una encuesta de la firma de consultoría PriceWaterhouseCoopers, el 30% de los fabricantes afirman que esta tecnología reformará las cadenas de suministro a nivel mundial.

Otro estudio de PwC indica que incluso ya en 2014 dos tercios de la clasificación top 100 de empresas productoras ya usaban en algunos de sus procesos la impresión 3D. Actualmente se estima que este mercado alcance para el 2030 unos 351.000 millones de euros.

Aplicación de la impresión 3D en las empresas

Esta tecnología ya ha incursionado en la industria de la aviación. Compañías como Airbus, Boeing, General Electric han invertido en ella con resultados exitosos.

Además de la aeronáutica, otros sectores como la salud, bienes de equipo (máquinas, cintas transportadoras, tornos, robots, etc.) y el sector automovilístico son los que más provecho pueden sacar a esta tecnología.

La impresión 3D y su impacto en el transporte de bienes

La tecnología ya ha empezado a complementar los métodos de fabricación tradicionales para hacer más competitivos los productos.  Principalmente en cuanto a la relocalización del mismo. Si la maquinaria tiene el mismo precio en España que en China, los costes se equiparan mucho. De esta manera ya no será rentable traer un producto desde otro país lo que conlleva gastos de transporte, aduana, impuestos, etc.

El objetivo entonces es producir y enviar el producto de manera local. Con la impresión 3D ya no será rentable traer un producto desde otro país.

Al imprimir en 3D lo único que se transmite es el diseño del producto para poder crearlo lo más cerca del cliente que lo va a utilizar. Este impacto afectará el transporte marítimo y terrestre, ya que se reducirá la demanda del transporte internacional de larga distancia (vía marítima) y se incrementará el de última milla.

Todo apunta a que posiblemente todos tendremos una impresora 3D a la mano. Por ejemplo se podrían comprar por Internet unos zapatos que serán producidos en el mismo camión que los lleva al domicilio. Con ello su uso podrá mejorar la sostenibilidad medioambiental.

La 3D Factory Incubator

Es la primera incubadora europea de alta tecnología en impresión 3D en serie ubicada en Terrassa- Barcelona patrocinada por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona y la Fundación Leitat.

Varias empresas ya hacen uso de esta nueva tecnología encontrando diferentes y novedosos usos a esta forma de impresión. Por ejemplo la aplican en implantes dentales personalizados, bicicletas o producción en el mismo sitio evitando el transporte.