Retrasos en (des)carga reducen productividad del sector transporte
Uno de los grandes e interminables problemas del sector son los retrasos y pérdida de tiempo que se registra en los muelles de carga y descarga de mercancías. Este tiempo de espera que los camiones y sus conductores deben soportar generan un impacto directo en la productividad de las compañías del sector y en su capacidad para cumplir las normativas que regulan su actividad.
La cuantificación del problema
Un reciente estudio del American Transportation Research Institute de los Estados Unidos, cuantificó el problema en este país. La investigación que se desarrolló durante cuatro años concluyó que los retrasos afectan no sólo la productividad y aplicación de normas, sino también ocasiona perjuicios económicos traducidos en compensaciones no abonadas o en pagos que no cubren los costes.
El informe estima que un 27,4% de los conductores norteamericanos se perjudican con retrasos de más de seis horas. Estas demoras la sufren sobre todo las empresas pequeñas de transporte, ya que prefieren esperar para no perder al cliente y no reclamar las cantidades justas que se les deben pagar. Con ello sólo buscan poder seguir compitiendo con otras empresas de transporte de mayor tamaño.
En cuanto al coste que implican estos retrasos para las empresas, la compensación por hora de paralización equivale en promedio a unos 63,71 dólares.
Cuál es el origen de la escasez de camioneros en Estados Unidos
La industria de los vehículos autónomos crece cada día más, pero su implementación total es cosa del futuro. Mientras tanto y en la actualidad los conductores de camión están escaseando, hasta el punto de amenazar a todo un país con paralizar el transporte marítimo y en general, la cadena de suministro.
El problema de falta de conductores calificados en los Estados Unidos no es un problema nuevo, es un asunto de décadas atrás. Además un gran número de conductores está dejando su trabajo en el transporte terrestre de mercancías y prefieren dedicarse a labores de distribución.
En general los conductores norteamericanos ya no sienten que sus sacrificios personales sean compensados por el trabajo y tampoco reciben una compensación justa por los reales kilómetros recorridos.
En otros casos después de un daño mecánico del camión o de un accidente de carretera, los choferes, sobre todo los de mayor edad, prefieren vender sus camiones en vez de repararlos y retirarse definitivamente de la labor. Consideran que no vale la pena gastar dinero en reparaciones y que lo mejor es dejar el negocio.
La escasez de camiones en Estados Unidos
Implementación del ELD
El ELD es un Dispositivo de Registro Electrónico (Electronic Logging Device, ELD, por sus siglas en inglés) que debía ser instalado en los camiones desde diciembre del año pasado. La normativa exige su instalación con el fin de que se logre el registro automático de los movimientos del vehículo, el tiempo de conducción, los kilómetros conducidos, la localización, entre otros aspectos.
Este mandato ha ocasionado que los conductores dejen de ganar dinero, lo cual combinado a las largas esperas en puertos y terminales junto con las congestiones, hace que los conductores dejen su trabajo.
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