Sostenibilidad: cómo impactará las decisiones en el transporte marítimo

La sostenibilidad es un tema que está en la agenda de la gran mayoría de las organizaciones públicas y privadas. El cuidado del medio ambiente y el trabajo hacia operaciones más respetuosas con el planeta es ciertamente una necesidad desde todos los puntos de vista. En el caso del transporte marítimo, la Organización Marítima Internacional (OMI) ya ha comenzado a aplicar diferentes medidas.

Por ejemplo, el Indicador de Intensidad de Carbono comenzó a regir a partir del pasado enero. Se trata de un indicador que puede controlar la eficiencia energética de los buques y embarcaciones. Esto a favor de la reducción de emisiones de la industria. También representa un importante llamado al sector hacia un futuro de operaciones más sostenibles.

Hay que saber que este indicador es capaz de influir tanto en la velocidad a la que navegan los buques portacontenedores como en los distintos tipos de embarcaciones que encargan las navieras para conformar sus flotas.

Cambios en el transporte marítimo

Cabe recordar que muchas de las empresas y organizaciones que conforman el ecosistema del transporte marítimo ya han empezado a aplicar cambios en los diferentes procesos. Esto en virtud de buscar la adaptación hacia las nuevas formas de operar. En un momento en el que faltan menos de dos meses para que empiecen a aplicarse los impuestos sobre el carbono en Europa, las organizaciones están en la labor de realizar cambios.

En general, los procesos de contratación de los cargadores y los beneficiarios de la carga pueden tener cambios y realizar ciertos ajustes a favor de mejores prácticas. Es el caso de muchos beneficiarios de las cargas que solicitan a los operadores que indiquen cuáles son las emisiones de los servicios ofrecidos. Esto en pro de contar con operaciones más sostenibles. La consecuencia directa es que muchos cargadores ya cuentan con toma de decisiones basadas en las emisiones.

Buenas prácticas

La consultora Drewry ha desarrollado una serie de mejores prácticas para el transporte marítimo, apuntando hacia la sostenibilidad y para apoyar a las organizaciones en cuanto a la toma de mejores decisiones. La intención en todo caso, es la de ayudar a sus clientes en el proceso de selección de los operadores de carga marítima.

Ciertos consejos como la asignación de volúmenes tomando en cuenta la sostenibilidad y otros facilitan los procesos, al tiempo que mejoran las operaciones relacionadas con el transporte marítimo.

Otros cambios que se consideran claves dentro del transporte marítimo son las mediciones de las emisiones de CO2. Es cierto que los cargadores reciben informes de las emisiones de la mayoría de las navieras. Pero el problema es que no todas las navieras utilizan un método estandarizado que permita medir las emisiones de CO2. Esto incide directamente en la toma de decisiones, ya que resultan más difíciles de realizar. Otra consecuencia negativa de la falta de un método estandarizado en este caso es que resulta más difícil monitorizar los resultados de la sostenibilidad. Al respecto, la consultora Drewry recomienda el uso del sistema GLEC para la medición de emisiones. Para ello, firmó un acuerdo con Smart Freight Centre.

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